Blogia

Esperancita Escarlata

PIRUPENSAMIENTO

PIRUPENSAMIENTO

Si no fuera por algunas pocas personas que saben conectar con nosotros en ciertos momentos clave de nuestro existir, realmente sería ingrata la existencia.

 

Si no fuera por ellos, sería muy difícil seguir caminando y admitir que nunca seremos capaces de salir de la mediocridad.

¿Quién seré yo?

¿Quién seré yo?

          Estoy tranquilo, pero un poco aburrido, la verdad.

         Antonio me dejó aquí olvidado el viernes y desde entonces no me ha hecho ni caso. Hoy es domingo por la tarde. No es que me queje. Lo comprendo, pero siempre se me hace largo el tiempo cuando estoy así tan quieto.

         El lunes me hizo correr un montón. Estuve trabajando sin cesar con él en el colegio. Además no paraba de dar paseos conmigo hasta la papelera. Cuando vamos allí me rasca durante un buen rato y me da un gustito… ¡Me hace cosquillas! Luego volvemos a correr y a trabajar. A veces me canso un poco pero es estupendo ayudar a Antonio en su trabajo.         Hay ocasiones en que me pasea contento por ahí y entre los dos hacemos dibujos que todo el mundo dice que son preciosos. Antonio sonríe en esas ocasiones y yo me siento orgulloso de ser su compañero.

         No he explicado todavía que Antonio es un niño. Tiene seis años y este curso está aprendiendo a escribir bien. Es movido y juguetón. Es alegre y entusiasta. Cada día que pasa es un poquito más alto y ha empezado a sumar y a restar. Se siente un chico mayor.

         Tampoco he dicho quién soy yo. Seguro que ya has imaginado algo.

          Yo cada día que pasa me hago más pequeñito. Eso le gusta a Antonio y dice que cuando tenga un tamaño minúsculo me va a guardar en un lugar muy especial. Me va a colocar en una caja preciosa que tiene, que es donde guarda algunos tesoros pequeños para que no se pierdan. Creo que allí está una canica dorada que encontró un día en el parque cuando paseaba con su papá. También guarda un soldadito de colores algo gastados que fue de su abuelo y algunas monedas antiguas que le regaló su madre.

         También yo estaré en la cajita.

         ¿Sabes ya quién soy? ¡Pues claro! Soy el lápiz de Antonio y me siento orgulloso de acompañarlo todos los días al colegio, bien guardado en su estuche.

         ¿Has oído alguna vez eso que dicen?

         “Trabajas más que el lápiz de un niño chico”

         ¡Ese soy yo! El lápiz de un niño chico.

From Balthasar the magical king, for Leo, with love.

From Balthasar the magical king, for Leo, with love.

Querido Leonardo:

Comprendo y disculpo sin cortapisas tu desencanto. Créeme que la carta estaba escrita ayer. Un fallo en la conexión me borró todo antes de poder terminar. Cosas del siglo nuevo.

Bien. Te decía en mi carta que sé que has sido bueno al menos una parte del año. ¿Cierto? Es por eso que me afané en preparar tu regalo: un cuento de esos que no se venden en las librerías. Pues bien. Yo pensé que por una vez iba a poder complacerte del todo y no iba a tener que dejar en tus zapatos el obsequio sustitutorio de rigor. Me dije que con eso podría un rey mago. Sin embargo, enseguida fui advertido por mi gabinete de pajes asesores de que la cosa no era nada fácil en realidad. Que un rey mago no podía ir en contra de la Sociedad de Autores Desconocidos ni conocidos y que me iban a meter un paquete si se me ocurría regalar algo en esas condiciones y que si bla, bla, bla.

Puestas así las cosas me dije que lo mejor iba a ser encargárselo a alguien de confianza y... ¡quién mejor que yo mismo! De modo que me puse a pensar en el tema y se me fueron pasando los días. Luego nunca encontraba el momento ni la inspiración adecuada. Un desastre.

Por todo ello, Leonardo, es por lo que el retraso este año es tan enorme. Créeme que lo siento. Debes comprender que antes las cosas eran más fáciles para nosotros. Los niños pedían regalos sencillitos. Que si un barco, que si un camión de bomberos, que si una muñeca, una cocinita, un balón... Ahora no es así. Ahora ¡hay que ver las cartas que nos llegan! Ni te imaginas lo fino que hay que hilar para saber qué piden las criaturitas. Nosotros, por nuestra parte ya no somos unos chiquillos. Ya éramos carrocillas cuando aquello tan famoso de la estrella y eso. No te digo nada ahora. No me está resultando nada fácil... ¡pero tu regalo llegará!.

Con afecto,

Baltasar, the magical king.

From Balthasar the magical king, for Leo, with love.

From Balthasar the magical king, for Leo, with love.

Querido Leonardo:

(...)

¡Leches! Se perdió la conexión y se borró mi carta para ti. Disculpa que esto retrase un poco más todo, pero es muy tarde hoy. Me toca dar de comer a los camellos y no me queda tiempo.

¿Mañana quizá?

¡Estoy aquíííííí!

¡Estoy aquíííííí!

Que lo que pasa es que llevo mucho tiempo sin tener tiempo. No sé si es que tengo muchas cosas que hacer o que cada día me lleva más tiempo hacer las cosas o que el tiempo mismo se me encoje...

No tengo ni idea.

Pero estoy aquí y espero poder estar más disponible dentro de poco.

¡Benditas vacaciones!

Besos.

Piru.

¡Aupa mi pueblo que tiene tranvíaaaaaaaa!

Dan ganas de ser Julia

 

    PALABRAS PARA JULIA

Tú no puedes volver atrás
porque la vida ya te empuja
como un aullido interminable.

Hija mía es mejor vivir
con la alegría de los hombres
que llorar ante el muro ciego.

Te sentirás acorralada
te sentirás perdida o sola
tal vez querrás no haber nacido.

Yo sé muy bien que te dirán
que la vida no tiene objeto
que es un asunto desgraciado.

Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.

La vida es bella, ya verás
como a pesar de los pesares
tendrás amigos, tendrás amor.

Un hombre solo, una mujer
así tomados, de uno en uno
son como polvo, no son nada.

Pero yo cuando te hablo a ti
cuando te escribo estas palabras
pienso también en otra gente.

Tu destino está en los demás
tu futuro es tu propia vida
tu dignidad es la de todos.

Otros esperan que resistas
que les ayude tu alegría
tu canción entre sus canciones.

Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti
como ahora pienso.

Nunca te entregues ni te apartes
junto al camino, nunca digas
no puedo más y aquí me quedo.

La vida es bella, tú verás
como a pesar de los pesares
tendrás amor, tendrás amigos.

Por lo demás no hay elección
y este mundo tal como es
será todo tu patrimonio.

Perdóname no sé decirte
nada más pero tú comprende
que yo aún estoy en el camino.

Y siempre siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.

José Agustín Goytisolo

 

http://www.poesi.as/canc0062.htm

¡Qué frescura!

¡Esto mola!

 

 

Pues parece que sí he conseguido que se vea.

Como se puede apreciar, hoy estoy jugando de nuevo. Es que los reyes me han traído tantos regalos, que no me llega el tiempo para jugar con todos si no meto unas horucas extras.

¿Gusta?

Estoy jugando

Estoy jugando

¿Te gusta la imagen?

La he preparado con mi nuevo juguete.

 

Ha pasado un año

Ha pasado un año

          Hace algo más de un año, supe lo que era una blog gracias a Desierto, Naranja y "nomemuerdaslasunhas". Empecé a enredar por aquí y me gustó. Poco después y con la inestimable ayuda de las mismas de antes, estrené mi "bloguita" tal día como hoy. Desde entonces, han sido bastantes las cosillas que he aprendido y disfrutado.

          Gracias a todos los que habéis tomado parte de la manera que sea en este diálogo besuguero que nos traemos aquí y que me resulta tan relajante, educativo, creativo y divertido.

          ¡Muchos besos para todo el mundo!

          ¡Felicidades, Piruleta!

La importancia de una tilde

La importancia de una tilde

      Ya sabía yo que eran importantes las tildes en nuestro idioma. Sin embargo, en este caso he descubierto la importancia que tiene a veces el no ponerlas. Me explicaré:

      Hace ya unos cuantos meses, intenté adjuntar un dibujo a uno de mis artículos y lo hice, pero no aparecía. Desconocía el motivo, ya que había usado otros parecidos e iban bien. Bueno, pues esta semana pasada me he enterado de por qué y he podido arreglarlo. Por cierto que ha sido de churro y en un curso serio y eso. Un comentario que hizo el profe y yo me acordé de mi blog.

      El motivo no es ni más ni menos que el haber puesto yo como nombre de archivo de mi dibujo algo con tilde. Al parecer internet o quien sea no reconoce bien estos archivos y da problemas. Ocurre lo mismo con la castiza letra "ñ".

      Seguramente esto ya lo sabía casi todo el mundo, pero por si acaso le sirve el dato a alguien y además porque a mí me ha hecho mucha ilusión descubrirlo, lo escribo aquí y lo celebro poniendo de nuevo el dibu de aquel otro artículo.

Homenaje a una labor muy dura y poco reconocida, como tantas otras.

Homenaje a una labor muy dura y poco reconocida, como tantas otras.

            Siempre me ha conmovido y arrancado una sonrisa la imagen de un niño en su primera etapa escolar. Me resulta muy tierno ver esas manos aún gordezuelas y no del todo hábiles, que con mucho esfuerzo sujetan bien un lapicero para poder trazar sus primeras letras en un papel.

            Adoro esa lentitud de movimientos, la concentración del rostro y esa punta de lengua asomando cómica por la derecha.

            ¡Qué cara de satisfacción al ver el trabajo terminado!

Tres batucas

Tres batucas

Era por la mañana. Por la mañana era cuando las vi. Como tres tristes mariposucas. Tonos suaves sobre ellas. Vestían aún sus batas del Pirineo. La una rosa. Las otras dos en tonos azules. Uno más pálido que el otro. Se habían sentado a observar desde su lado de la carretera. Estaban juntitas. Como para darse calor. La mañana no era realmente fría, pero quizás ellas tuviesen frío. Ese frío que a veces se nos mete por entre los huesos.

            Al otro lado de la carretera, justo al otro lado, en lo que antaño quizá fuese al otro lado del camino, la pala escavadora daba cuenta de un edificio. De una casa. Porque aquello había sido una casa. No sólo un edificio. Ellas lo sabían bien y por eso el frío se les había colado dentro. Parecía que temiesen que su propia casa desapareciera también. Al otro lado del camino. Ahí había estado por muchos años la que fuera casa de sus vecinos. Quizá murieron. Quizá se fueron a vivir al pueblo grande. ¿Y ellas? ¿Tenían más pena por lo que ya no estaba o por no poder irse ellas también?

            Troceaba la pala tabiques y vigas. Techumbres, paredes, baldosas y estantes. Y ellas sin un parpadeo. Sin hablarse nada. Quietucas las pobres. Como tristes hadas. ¿Quién iba a decirlo? Si no hacía nada que eran unas niñas y juntas, jugando, cuántas veces no habrían salido para ir hasta el otro lado del camino y encontrarse allí ¿quién sabe con quién? ¿Con alguna amiga? ¿Con alguien que al cabo fue como un hermano?

            Pasaban los coches y ellas ajenas. No sentían más movimiento ni más ruido que el que tenían de frente. Pasaban camiones y nada de nada. Ellas fijas en la pala.

            Cuando al mediodía volví a pasar, ya de vuelta a casa, ellas ya no estaban. Quizá ya no quieran salir a la calle que ya no es la suya. Quizá lloren dentro. Quizá ya no quieran mirar. Quizá un hijo suyo se compre un pisito de los que construyan y quizá sus nietas miren desde casa cómo un día una pala da con sus zarpazos al traste con la que fuera la casa de su “buelita”.

     "Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo. Mi madre me lo dijo. Y yo le prometí que vendría a verlo en cuanto ella muriera. Le apreté sus manos en señal de que lo haría; pues ella estaba por morirse y yo en un plan de prometerlo todo. "No dejes de ir a visitarlo -me recomendó-. Se llama de este modo y de este otro. Estoy segura de que le dará gusto conocerte." Entonces no pude hacer otra cosa sino decirle que así lo haría, y de tanto decírselo se lo seguí diciendo aún después que me costó trabajo zafar mis manos de sus manos muertas.

     Todavía antes me había dicho:

     - No vayas a pedirle nada. Exígele lo nuestro. Lo que estuvo obligado a darme y nunca me dio... El olvido en que nos tuvo, mi hijo, cóbraselo caro.

     - Así lo haré, madre.

     Pero no pensé cumplir mi promesa. Hasta ahora pronto cuando comencé a llenarme de sueños, a darle vuelo a las ilusiones. Y de este modo se me fue formando un mundo alrededor de la esperanza que era aquel señor llamado Pedro Páramo, el marido de mi madre. Por eso vine a Comala. ..."

Tomado de  "Pedro Páramo"

Novela de Juan Rulfo

Escritor mexicano (1917 - 1986)

     Hace ya unos cuantitos años, oí por casualidad en la radio el principio de una novela que desconocía. Quedé tan impresionada con sólo estas pocas palabras que decidí inmediatamente que quería leerla. Sé que me gustó.

     Acabo de leerla de nuevo y me ha encantado hacerlo. Desde aquí la recomiendo a todo el que quiera disfrutar de una buena obra de la narrativa hispánica.

     La obra está ambientada en Jalisco, México, de donde era originario el autor. Toma de allí sus rasgos, pero es sin duda una obra universal en cuanto que habla de hombres y mujeres, explotación, abusos, soledad, desolación, muerte...

     No creo que sea igual leer aquí esta reseña que oir la voz de aquel actor radiofónico que tanto me atrajo, pero a lo mejor alguien se anima.

Ellos sí que saben jugar

Ellos sí que saben jugar

"Tan pronto como el hombre se reconoce a  sí mismo como ser libre y quiere ejercer
su libertad, entonces su actividad es jugar"

Jean Paul Sartre 
Y a ti ¿a qué te gustaría jugar si tuvieras tiempo y libertad para hacerlo?

Remedios caseros

Remedios caseros

Qué difícil es a veces mantener el tipo.
Hay días que salen torcidos. Otros días nacen tristes de por sí. Son esos momentos en que hay que recurrir a lo que sea para no sacar a pasear un careto impresentable. Para no amargar a nadie, más que nada. Hay veces que no queda más remedio que empezar a pensar que existiendo como existen en el planeta problemas de tal magnitud que ya parecen ficción, cómo vas a ponerte tú a lloriquear como un bebé por cualquier tontería.
Puedes pensar en los millones de seres terrícolas que no sólo lo pasan peor que tú, sino que REALMENTE las están pasando putas. Puedes ponerte a echar cálculos de números de fiambres en el día por bombas, terremotos, ciclones u otros malos vientos, puedes pensar en los que viven y no se enteran de que lo hacen porque no saben ya ni quiénes son de tanto darle al curro esclavo o al pegamento...

Conclusión:
Si tienes un mal día, lee la prensa o mira un noticiario televisivo. Puede que te ayude.

Este...

Este...

¡Mecacho!

Fiesta

Image hosted by Photobucket.com

Acabo de estar sentada en el balcón viendo fuegos artificiales. No sé qué tienen pero me atraen como cuando era niña. Siempre tienen un olor de fiesta popular que me gusta. En verano, ya sabemos, el país se viste de fiesta por todos los lados. Cada pueblo, por pequeño que sea, tiene la suya y compite de forma más o menos disimulada con la del pueblo de al lado.
Es tiempo de calor y de juerga. De trasnochar y de encontrarse con quien hace mucho tiempo no te encuentras. De borracheras y bailes sobre la hierba.
Me gusta.

"Gloria a dios en las alturas
recogieron las basuras
de mi calle, ayer a oscuras
y hoy sembrada de bombillas
y colgaron de un cordel
de esquina a esquina un cartel
con farolas de papel
verdes, rojas y amarillas..."

Hablando de rogativas

Con este tema de las lluvias deseadas y necesarias me ha venido a la memoria una anécdota que oí contar a un paisano, hablando de un cura que había en su pueblo años atrás. No creo que contado por mí sea lo mismo, pero tiene su gracia.

Al parecer llevaba ya una buena temporada sin llover y los campesinos necesitaban el agua con premura. De modo que sin saber ya qué hacer y por miedo a perder las cosechas, se decidieron a ir a hablar con el cura para ver si sacaban al santo en procesión y esto surtía efecto.
El cura, hombre prudente al parecer, alzó discretamente los ojos para mirar al cielo. Pero no era por ver si encontraba en él mensaje divino, no, sino por ver si había alguna señal de nubes. Como el cielo estaba limpio del todo dijo:
"Es pronto. Esperad a ver si esto tiene más traza"

No sé si hace falta explicar el significado de su expresión. Creo que no.