"Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo. Mi madre me lo dijo. Y yo le prometí que vendría a verlo en cuanto ella muriera. Le apreté sus manos en señal de que lo haría; pues ella estaba por morirse y yo en un plan de prometerlo todo. "No dejes de ir a visitarlo -me recomendó-. Se llama de este modo y de este otro. Estoy segura de que le dará gusto conocerte." Entonces no pude hacer otra cosa sino decirle que así lo haría, y de tanto decírselo se lo seguí diciendo aún después que me costó trabajo zafar mis manos de sus manos muertas.
Todavía antes me había dicho:
- No vayas a pedirle nada. Exígele lo nuestro. Lo que estuvo obligado a darme y nunca me dio... El olvido en que nos tuvo, mi hijo, cóbraselo caro.
- Así lo haré, madre.
Pero no pensé cumplir mi promesa. Hasta ahora pronto cuando comencé a llenarme de sueños, a darle vuelo a las ilusiones. Y de este modo se me fue formando un mundo alrededor de la esperanza que era aquel señor llamado Pedro Páramo, el marido de mi madre. Por eso vine a Comala. ..."
Tomado de "Pedro Páramo"
Novela de Juan Rulfo
Escritor mexicano (1917 - 1986)
Hace ya unos cuantitos años, oí por casualidad en la radio el principio de una novela que desconocía. Quedé tan impresionada con sólo estas pocas palabras que decidí inmediatamente que quería leerla. Sé que me gustó.
Acabo de leerla de nuevo y me ha encantado hacerlo. Desde aquí la recomiendo a todo el que quiera disfrutar de una buena obra de la narrativa hispánica.
La obra está ambientada en Jalisco, México, de donde era originario el autor. Toma de allí sus rasgos, pero es sin duda una obra universal en cuanto que habla de hombres y mujeres, explotación, abusos, soledad, desolación, muerte...
No creo que sea igual leer aquí esta reseña que oir la voz de aquel actor radiofónico que tanto me atrajo, pero a lo mejor alguien se anima.