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Esperancita Escarlata

Una duda que tengo

...y debo añadir que tras años y años de darme golpes contra una pared, sigo dándome golpes contra la misma pared cada una de las veces que se cruza en mi camino. Y a pesar de parecerme que los años que van pasando son más bien unos pocos días, debo rendirme a la evidencia y admitir que son años ¡y no pocos ya!

      Teniendo todo esto en cuenta y considerando que debo analizar mis nulos avances en esto de la pared, no me alcanza el entendimiento para sacar una conclusión decente.

      Me niego a creer que soy incapaz.

      ¿Será tal vez que la pared ejerce sobre mí una suerte de efecto imán?

      ¿Habré desarrollado una adicción perjudicial para mi salud?

      ¿Será tal vez que hay mucho hijo de su madre suelto por el mundo y no tienen otro quehacer que plantar una pared justo en mis narices cuando ven que he bajado un poco la guardia?

2 comentarios

Piruleta -

Me encanta lo que propones. Es claro como el agua y además das en el clavo. Por cierto que para los golpes ¿valdrá usar una piqueta o algo, no?
Anda que como pongas consulta, no se van a jamar una rosca los psicobobos de la zona.
¡Saludos Leo!

Leo -

Llevo todo el año de obras en casa y te puedo asegurar que no hay tabique que se resista a unos cuantos golpes. Si se resiste, pinta en la pared una frase reivindicativa como: “¡A la mierda tó!” y vete para otro lado.
¡Saludos!